EL FLORECIMIENTO DE LOS GUAYACANES. En el austro de la Patria bella, florece una flor que embellece
- General Oswaldo Moreno
- 19 abr 2018
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Actualizado: 9 may 2018

En el austro de la Patria bella, florece una flor que embellece y cautiva cada año.
Son los amarillos guayacanes que primos hermanos de los gringos cerezos, se hacen ver sólo en primavera cuando la luz, el color y los pájaros se comen la ilusión del visitante.
Es que, su belleza es tanta, que sólo unos pocos, en Loja, lo pueden contemplar y hasta obnubilar.
De las escasas visitas presidenciales, una brilla de fulgor y simpatía, porque para los zapotillanos, la regia presencia del General *, no se puede olvidar, allá por los años 70, su diminuta figura y excelsa presencia brilló como los guayacanes en su mágico esplendor.
Hasta un monumento le hicieron en su honor,
recordando la nobleza del General y su corte.
Muy pocos nos recuerdan que por ahí, la agreste caballería peruana pisoteó lo que más florecía e ilusionaba: la magia de esa flor, que desflora y enamora en caída, al cambiar de estación.
Los de Bolaspamba, Mangahurco y Cazaderos, son los congraciados para ver, cada año florecer, el encanto de esta flor que tarda un poco en florecer.
No habrá desfiles, ni comparsas para ver, porque su rumbo ignoto ha de ser, la ilusión que al parecer, son de pocos para conmover: la belleza y su encanto renacer.
Que bello recordar, cuando joven soldado pasar, sus extensos bosques caminar, y ahora en melodía repasar: el canto en piano contemplar, la caída de sus hojas y su “amarillaje” en eterno y alucinante pasar…
*El Sr. General Guillermo Rodríguez Lara, fue el primer Presidente del Ecuador en haber visitado Zapotillo, el día domingo 14 de abril de 1974.
Quito a, 9 de abril de 2018 / 09h20
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