LOS PARACAIDISTAS. ¡FELIZ DÍA CAMARADAS PARACAIDISTAS EN ESTE SU DÍA ..!!!

Desde pequeño aún -creo haber tenido 4 o 5 años de edad- veía caer a lo lejos desde ese viejo avión, que de museo ha quedado, a ustedes LOS PARACAIDISTAS que como hoja seca descendían del cielo buscando al revolverse en el viento la vida y sus sueños...

El voley les gustaba y la pilsener bien helada no podía faltar en sus líbidas conversaciones. Así eran ustedes LOS PARACAIDISTAS, aquellas personas recias que gustaban del buen trago, la baraja y las buenas mujeres...

Mientras crecía, la boina iba cambiando de extranjero fabricante pero eso de su forma y color jamás...ese rojo sangre que enfriaba mi alma cuando por jugar la usaba. LOS PARACAIDISTAS orgullosos la acariciaban y sus botas charoladas acompañaban su elegante forma de vestir...

Sus musculosos pechos hacían ver a un ala desplegada en donde la cúpula, las livianas plumas y la tricolor formaban una trilogía que en forma de insignia su estirpe en camaradería fusionó. LOS PARACAIDISTAS, la usaban con honor y hasta casi muertos exigían que su dorada ala nunca les falte en su bóveda cuando la eternidad los llame...

Es que LOS PARACAIDISTAS eran una especie de hombres rudos que no se podían doblegaban, les era permitido tan sólo inclinarse ante la presencia de Dios, de ahí sus fuerzas y desplegada euforia se subordinaban a la divinidad que en forma de cánticos y canciones militares jamás pudo faltar...

En tiempos de paz, los festejos y la algarabía no podían escasear, pero cuando de acción se trate eran los primeros en saltar. LOS PARACAIDISTAS a la guerra fueron a dar y más de uno abatidos por el fuego su alma pudieron ofrendar dejando en tristeza a sus mujeres hijos y hogar...

A mis trece años a la milicia fui a parar y ante los lloros de mi madre pude mentir que eso de los soldados, la boina y la guerra era de hombres valientes y que LOS PARACAIDISTAS no me podrían acoger, que se quede tranquila ya que pronto volvería a su seno y a su corazón...

Pasaron muchos años y al fin mi corazonada se cumplió. Compartí con LOS PARACAIDISTAS y con ellos aprendí que el amor por la Patria era lo primero y que mi vida tenía que dar por la causa justa de ver la bandera honrosa flamear...

Misiones de riesgo me mandaron a cumplir y por un escape de ilusión de prisionero casi fui, porque comandar y ejecutar las órdenes a cabalidad son dos cosas que no podemos olvidar ya que LOS PARACAIDISTAS no se comen cuentos y a los cobardes suelen masacrar...

Eso de la guerra, los conflictos y las broncas son los tareas que LOS PARACAIDISTAS tienen que doblegar y con respeto y pasión a todos ellos voy a saludar...

¡FELIZ DÍA CAMARADAS PARACAIDISTAS EN ESTE SU DÍA ..!!! ¡SALUD! y ¡HASTA VER A DIOS!

Con afecto y estima.. General Oswaldo Moreno

10h43

Por: Oswaldo Moreno / Quito, domingo 29-oct-2017 / 09h15