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TERTULIA FINITA. Entrevista inédita al héroe del Cenepa, General Paco Moncayo Gallegos

Actualizado: 1 sept 2018



Por Jenner Baquero y Oswaldo Moreno


En la guerra, nadie gana o pierde… sólo hay destrucción.

Solo a los que nunca lucharon les gusta preguntar quien perdió o quien ganó la guerra…

BAO NINH

Excombatiente de Vietnam del Norte


Es una iluminada mañana de un día miércoles, cuando el tránsito en la Ciudad Capital Metropolitana es muy congestionado y más de uno hace uso del claxon para apurar a los distraídos. Un par de policías metropolitanos -entre ellos una mujer- hacen señas consecuentes a los peatones que con las justas logramos cruzar la calle pues estamos con el tiempo encima de la cita programada.


Es un edificio de corte moderno que no rompe la arquitectura de su entorno. El guardia de seguridad avisa que han llegado las visitas esperadas y que la agenda de la señora secretaria señala con atención: recibir a tres invitados del General a las 10 en punto.


La vista de la bella ciudad a esa altura es magnífica; no se distinguen a primera vista bosques ni grandes parques, solo edificios, medianos edificios; no sé si tenga nombre aquello pero soy lo contrario a lo que se diría “claustrofóbico”, no me gustan los espacios grandes, el aire libre o el sol en su cenit; si no puedo evitar estar en esos ambientes, entonces uso gafas obscuras, aquella vista de la oficina es perfecta para mí: el horizonte limitado por construcciones de buen gusto en el centro norte de Quito, estoy satisfecho y muy despierto; una hora atrás estaba en el piso alto de una cercana cafetería de neo hippies tomando un café cargado viendo a México perder 3 a 0 frente a Suecia en el mundial de fútbol de Rusia.


Junto a la ventana de la oficina están algunas fotos: en una de ellas Paco Moncayo está exhausto después de haber realizado su último salto de graduación como paracaidista, objetivo conseguido a sus 53 años de edad -nos dice sonriente-. Se nota que es algo importante para él, más tarde le preguntaré sobre aquello. Muy cerca de esa foto hay un casco de cadete en miniatura; como el tiempo es corto no puedo en esta entrevista abordar el tema de su experiencia en el Colegio Militar, esta me interesa en gran manera, no es sabio, inteligente ni serio tratar de conocer a un oficial con la importancia del General Moncayo sin profundizar en su formación.


Agendar una entrevista con Paco Moncayo le ha tomado un buen tiempo a Oswaldo Moreno, en especial para alguien tan ocupado como aquel, quien entre otras cosas, se encuentra escribiendo una obra de su autoría y va por la página 600, el libro es de historia o prehistoria ecuatoriana e incluye las estrategias militares de los pueblos preincaicos.

Tiempo atrás analizaba —en vídeo—, una entrevista del General Moncayo con un reconocido y joven comunicador, el trasfondo aunque coloquial fue esencialmente personal y político, magnífica entrevista, la disfruté, Paco Moncayo tiene una chispa divertida cuando entra en confianza. Aunque esperé ver hasta el final del programa algún espacio, alguna pregunta sobre el conflicto del 95, pero nada, el agudo periodista Vivanco parecía no saber mucho del asunto; ¡charlar con Paco Moncayo y no preguntarle sobre el Cenepa! esta vez puedo hacerle todas las preguntas esenciales sobre aquel acontecimiento histórico y nada más que ello, esa es mi línea de investigación histórica.


Me ha tomado 4 años llegar a Paco Moncayo; Oswaldo Moreno ha hecho el contacto; realmente ha sido una acción de buena fe aunque no poco arriesgada para mi amigo agendar esa entrevista; una cosa son los periodistas del Ecuador que de cuando en cuando llevan su cámara y piden alguna opinión del General Moncayo sobre la guerra y nada replican porque ni conocen ni les interesa el tema; en mi caso no solo que estoy empapado del asunto del Cenepa, he visto documentos, partes, informes, relatos, libros, artículos académicos, vídeos, etc., sino que entrevisté a todo aquel que hubiese tenido protagonismo en la guerra, he viajado desde los largos caminos de la región amazónica del Ecuador hasta las súper llenas calles de la populosa Lima buscando las acciones de los que estuvieron en aquel sangriento valle, yo sé bien lo que allá pasó en 1995; un año atrás me ‘bebí’ el libro del Gral. Paco Moncayo a quien entrevistaría en breve.


Arriesgada la acción del General Oswaldo Moreno pues dado que soy un tipo frontal, no dudaré en hacerle las preguntas más insidiosas al Gral. Moncayo sin pelos en la lengua, si se ofende por alguna razón, dará por terminado el encuentro y pienso que mi amigo habrá tomado una mala decisión al haberme incluido en su agenda. Oswaldo Moreno es un oficial General: escritor, conferencista, licenciado, doctor, ingeniero, tiene una Maestría Internacional en Administración de Empresas, dos diplomados superiores; además, como buen abogado le caracteriza su diplomacia, su trato amable, suave, conciliador, aunque no por eso deja de ser directo; uno de sus contactos más dilectos es el General Paco Moncayo, ambos son miembros fundadores de la Asociación de exasesores y egresados del Colegio Interamericano de Defensa, capítulo Ecuador.


Los temas más escabrosos serán tratados sin tapujos, sin misterios, asuntos como: ¿Lo del Cenepa fue Guerra o Conflicto?; ¿estuvo manejado desde el nivel político, estratégico, operativo o táctico?; ¿se hizo una defensa en posición o se optó por defenderse activamente?; ¿quién fue responsable por las condecoraciones...por que aceptó la suya?; ¿quién ordenó el uso de los mortíferos cohetes BM-21?; ¿por qué no se autorizó el uso de la artillería en la Provincia de El Oro?; ¿qué sucedió en Cueva de los Tayos?; ¿cuál fue su actitud frente a la defensa de Tiwintza?; ¿su actitud frente a su Comandante de Tiwintza el 21 de febrero de 1995?; el “Miércoles Negro”, etc., etc.


Esta entrevista será publicada íntegramente en las redes sociales por lo que como investigador pido al foro no pronunciarse sin antes leer la entrevista completa cuando esta sea publicada oficialmente y solicito que todo comentario sea emitido con respeto entre los foristas.


PRIMER MOMENTO: Información inédita del conflicto

Pensar es el diálogo del alma consigo misma. Platón

La secretaria del General Paco Moncayo -EL GENERAL- nos abre la puerta de una amplia oficina y en forma afable nos enseña el camino a seguir para el encuentro esperado.


EL GENERAL: (Con una amplia sonrisa nos recibe). —Bienvenidos pasen... dice con una voz casi ronca.


Jenner Baquero -EL INVESTIGADOR- está acompañado de su joven esposa doña Marilyn Rivadeneira. Él viste de negro y su talante se nota algo relajado pero con mucha ansiedad -eso sí-. Ella, es la ‘dura’, la que brilla con luz propia pues su capacidad de captar las ideas de la tertulia y las imágenes mentales que con clara habilidad sostiene, delatan que es poseedora de una brillante inteligencia espacial. Es la que capta las mejores fotografías del importante momento y será la que ayude a la edición de esta magnífica entrevista intitulada: TERTULIA FINITA, editada para nuestros asiduos lectores. -Yo-, visto un traje para la ocasión y hago lo posible para aparecer lo menos posible ya que no deseo destextualizar el contenido del libreto de Jenner.


Luego de recibir los saludos de sus invitados, el General Moncayo invita a sus contertulios a ponernos cómodos mientras mis ojos dan la vuelta en forma simultánea a la exquisita biblioteca que expone los mejores libros de geopolítica y administración pública.


EL INVESTIGADOR: (Está cómodo y más relajado). —Gracias General por aceptar esta entrevista que por mucho tiempo lo esperé. Le cuento que soy exconscripto y soy también un Teniente de las reservas de la aduana. En Loja me enseñaron aquello del respeto y la disciplina por lo que entiendo muy bien lo que encierra la formación militar. Además, mi esposa también es pariente de un excombatiente del Cenepa, razones suficientes para demostrarle nuestro afecto y agradecimiento por recibirnos.


EL GENERAL: (Sentado frente a sus invitados, los mira fijamente). —Muy gentiles de su parte, espero estar abierto a sus inquietudes y les cuento que esta será la única entrevista que ofreceré con los álgidos temas que ustedes me han propuesto.


El General Oswaldo Moreno -GOM- también agradece tal apertura y le recuerda al General Paco Moncayo que militaron juntos en la Escuela Militar “Eloy Alfaro“ de Parcayacu cuando fue su Director y han tenido cierto acercamiento -hasta divergentes- en la vida profesional y pública.

GOM: (Sostiene una carpeta con informacion inédita del conflcito). —Mi General, le traje algunos regalitos que le van a interesar mucho -dice emocionado Oswaldo Moreno- a la vez que le entrega ciertos documentos desclasificados sobre el conflicto con el Perú, obtenidos cuando desempeñó sus funciones oficiales en la misión de observadores militares Ecuador-Perú, –MOMEP-.


Mientras cavilo un poco, los Generales Paco Moncayo y Oswaldo Moreno revisan aquellos documentos secretos cuya reserva se ha levantado después de 23 años del conflicto del Cenepa y que Oswaldo lo ha obtenido no me dice cómo pero nos cuenta que lo ha custodiado y guardado bajo llaves, con mucho celo y cuidado.


GOM: (Se pone sus delgados lentes y lee lo más importante de la documentación mencionada). —Fechado el día 03 de mayo de 1995 en Lima, es el memorándum Nro. 14-95, en la que el General peruano Daniel Mora Zevallos, Oficial General de Enlace de Perú en la MOMEP., agradece al General brasileño Cándido Vargas de Freire, Coordinador General, la atención a la solicitud de búsqueda del helicóptero MI-25 de dotación de la Fuerza Aérea peruana ubicado en las inmediaciones de “Cueva de los Tayos” y a la vez solicita el rescate de su tripulación con presencia de la MOMEP.

EL GENERAL: —Sonríe con satisfacción…

GOM: —Se pone cómodo para analizar convenientemente el veterano papel.

EL INVESTIGADOR: (Reflexiona). —Yo digo: ¿qué de importante tiene ese documento?, ya sabíamos que en febrero cayeron varias aeronaves del Perú cuando buscaban bombardear “Tiwintza”; jamás escuché al General Moreno o a Oswaldo hacer la mínima apología propia sobre los muertos enemigos y yo respeto a los pilotos y tripulaciones que murieron por su bandera, es más, conozco a las familias de algunos de ellos, son amigas mías; ¿por qué Paco y Oswaldo tienen la actitud del gato que se comió al canario?

GOM: —Dice con admiración... ¡no... no se trata ni del helicóptero, ni de la tripulación!

EL GENERAL: (Completa la idea con firmeza). —Es que si “Tiwintza” hubiese caído como proclamaba Fujimori, el General Mora ¡No estaría pidiendo la intermediación de la MOMEP para poder entrar y rescatar los restos de la nave!

—¡Eureka!

Cientos de ecuatorianos y peruanos que lucharon allí saben que Tiwintza no cayó, no así el expresidente Fujimori y algunos altos mandos del Perú, que fanfarronean diciendo que los militares ecuatorianos simpre han sido los agresores.

—«Ese papel es asombrosamente revelador» dice Jenner.

EL GENERAL: (Sentado medio incómodo en una silla con apoya brazos lee fijamente un nuevo documento que lo muestra el General Moreno). —Continúe por favor, dice.

GOM: (Señala con el dedo índice de su mano derecha una línea con una fecha posterior al primer papel con el cual tiene secuencia). —Este documento fechado también en Lima, un 19 de mayo de 1995, se trata del memorándum Nro. 23-95, en la que el mismo General peruano Mora Zavallos agradece la gestión de la MOMEP por haber hecho posible el rescate de los restos de los tripulantes del ‘temible’ helicóptero MI-25 abatido por la artillería antiaérea ecuatoriana y que fuera de dotación de la Fuerza Aérea FAP llamado el "tiburón del aire"; además, solicita se localice los restos de otra aeronave de la FAP en los alrededores del área denominada “Tiwinza” –sin ‘t’-, adjuntando para eso los datos y características de la aeronave abatida.

—«La prueba es irrefutable» balbucea Jenner.

Según información cruzada y obtenida en los relatos de los protagonistas, tanto ecuatorianos como peruanos, podemos mencionar que los helicópteros abatidos por los artilleros antiaéreos ecuatorianos, son los siguientes:


Fecha: 29 de enero de 1995

Hora: 10h00

Helicóptero abatido: MI-8 del Ejército peruano

Área: Cerro de Kaputna (Destacamento Teniente Hugo Ortiz)

Artillero antiaéreo ecuatoriano que derribó la aeronave con un misil tierra-­aire tipo IGLA: Sr. Cabo primero Luis Germán Honores Guanga (Héroe de Guerra Nacional).


Fecha: 29 de enero de 1995

Hora: 13h30

Helicóptero abatido: MI-8T HIP Nro. 587 del Ejército peruano.

Área: Cueva de los Tayos

Tripulación peruana: Capt. Luis García Rojas (Mac Giver); Tnte de Inf. Augusto Gutiérrez Mendoza; Suboficiales técnicos: Técnico de 3ra MA EP Victoriano Castillo Velarde, SO1 MAE EP Rubén de la Cruz Huarcaya y SO3 OC EP Gustavo Begazo Gonzales.

Artillero antiaéreo ecuatoriano que derribó la aeronave con un misil tierra-­aire tipo IGLA: Sr. Teniente Hernán Alfonso Cáceres Moreno (Héroe de Guerra Nacional).


Fecha: 7de febrero de 1995

Hora: 14h25

Helicóptero abatido: MI-25 Hind D Nro. 646 de la Fuerza aérea del Perú.

Área: Inmediaciones de Coangos

Tripulación peruana: Teniente Coronel Marco Antonio Shenone Oliva; Capitán Raúl Vera Collahuaso; y, Suboficial de 3ra. FAP Erick Gilberto Díaz Cabrel.

Artillero antiaéreo ecuatoriano que derribó la aeronave con un misil tierra-­aire tipo IGLA: Sr. Teniente Ramiro Alfonso Gudiño León (Héroe de Guerra Nacional).


Fecha: 13 de febrero de 1995

Hora: 13h30

Helicóptero abatido: MI-8T Nro. 547 del Ejército peruano

Área: Tiwintza

Tripulación peruana: Mayor de Inf. Gustavo Escudero Otero; Capt. SMG EP Pedro Díaz Guamán; Tnte. de Ing. Eduardo Gutierrez Rondón; y, SO2 EP Manuel Gonzales Durán. Sobrevivieron: SO1 EP José Mosquera Soto y Técnico de 3ra. Pedro Pasapera Choque.

Artillero antiaéreo ecuatoriano que derribó la aeronave con un misil tierra-­aire tipo IGLA: Sr. Teniente Byron Borja Carrera (Héroe de Guerra Nacional).


EL GENERAL: (Escucha con mucha atención la información proporcionada por el General Oswaldo Moreno y decide intervenir).—En 1941 nuestros soldados no tenían más que fusiles Mannlicher...el armamento más moderno que se disponía eran las ametralladoras ZB; mientras el Perú tenía aviones de combate, submarinos, un destructor, fuerzas blindadas, hasta paracaidistas. Era la fuerza más poderosa de América Latina. ¿Considera Ud. que podíamos ganar la guerra en esas condiciones?


SEGUNDO MOMENTO: Reflexiones sobre los conflictos

La guerra, constituye un acto de fuerza que se lleva a cabo para obligar al adversario a acatar nuestra voluntad.

Carl von Clausewitz


EL INVESTIGADOR: —De ninguna manera, entremos en el tema de la llamada: “Guerra del Cóndor o Paquisha”, en 1981. ¿Qué fue lo que pasó?

EL GENERAL: —Para ese año yo era Ayudante de órdenes de mi General Richelieu Levoyer, Comandante de la actual Tercera División de Ejército “Tarqui“, el centro de gravedad de nuestra defensa.

EL INVESTIGADOR: —¿Considera Ud. que en ese año, el Presidente Jaime Roldós por ser de izquierda no era proactivo con respecto a las FF.AA., digo, en relación al problema de la Cordillera del Cóndor?; no hablo gratuitamente, ciertos gobiernos de izquierda consideran que las FF.AA., son meramente “guardianas” de los modelos de derecha, por lo que tienden a verlas y tratarlas con hostilidad, descuidándolas a propósito.

EL GENERAL: —Vea, el Presidente Roldós no tuvo la culpa de lo sucedido en 1981; le digo algo: en medio del conflicto llegaron a la Provincia de El Oro dos embajadores. Uno de ellos el destacado internacionalista de apellido Bustamante. Les recibimos en el aeropuerto con mi General Levoyer.

EL INVESTIGADOR: —¿Usted, qué grado tenía a la época?

EL GENERAL: —Yo era Teniente Coronel, profesor de la Academia de Guerra. Recuerdo que nos distribuyeron en el momento del conflicto a distintos destinos. Bueno, como le decía, llegaron dos embajadores de la Cancillería ecuatoriana.

Mi General Levoyer les preguntó sobre las instrucciones que traían: ¡“La paz a cualquier precio”! dijeron cortantes.

— ¡Saltamos como canguil! en ese momento con mi General.

Según los embajadores, el alto mando invitó al Presidente al Comando Conjunto para hacerle una presentación del “cálculo de potenciales” (una comparación de la capacidad operativa de los dos países), allí le aseguraron que, de haber una guerra, el Perú podía estar en Quito en 5 días; ¡sí..! los Generales le dijeron eso al Presidente... —susurró EL GENERAL.

GOM: -¿Y era eso verdad mi General?

EL GENERAL: — ¡No!; hacia poco habían llegado las fragatas; teníamos 20 mil hombres y un sistema de defensa preparado por muchos años. Los peruanos habrían llegado en 5 días sólo si nosotros hubiésemos levantado los brazos... Fíjese. Para un enemigo por poderoso que fuese, le sería imposible superar nuestras defensas en dos provincias claves: El Oro y Loja; en el primer caso, por una organización defensiva meticulosa, aunque honestamente con algunas deficiencias; por ejemplo, los conscriptos estaban recientemente acuartelados y se tuvo que relevarlos con reservas instruidas, en pleno conflicto; en el caso de Loja, la topografía era muy favorable para que la Brigada que defendía esa Subzona de Operaciones, detenga cualquier invasión.

EL GENERAL: (Se encoge de hombros denotando seguridad mientras mira directamente a los ojos del General Moreno cuando responde).


(Oswaldo y Paco están sentados con las piernas cruzadas; el segundo domina la escena de la entrevista en el centro de la sala, no balancea el pie que está sobre el suelo, está calmado, habla de tanto en tanto haciendo algunas pausas para que sus frases sean entendidas y tengan el efecto deseado, entonces pienso que la entrevista tendré que subirla a las redes sociales por partes dado que sus hitos llevan muchas ideas principales).


GOM: — En la Provincia de El Oro teníamos organizada la defensa “activa”, es decir que a pesar de ejercitar una rígida “defensa en posición”, no dejábamos de pensar en hacer infiltraciones o incursiones a la retaguardia peruana. La teoría explicada en las aulas, era minuciosamente ejercitada en las maniobras en forma exitosa. La artillería era lo mejor que teníamos: la de tipo autoremolcada americana de 155 mm., artillería autopropulsada (sobre orugas) francesa también de 155 mm; cañones de 105 mm americanos; obuses de 105 mm italianos; recuerdo que había llegado al país el sistema de artillería antiaérea “Oerlikon” que era un sistema muy sofisticado que detectaba, seguía y destruía blancos aéreos en forma electrónica...

EL GENERAL: — Vea, teníamos una Brigada Blindada completa como reserva estratégica. También hay que recordar que los helicópteros de ataque Gazelle de origen francés estaban llegando al país. ¡Qué más se podía esperar en esa época...!

Pero si en el año 81, los propios mandos le asustan al Presidente...

(Indignado y reflexivo toma suficiente aire y fija su mirada en los contertulios). — A lo que voy es a esto: se necesita una voluntad de combatir...y contagiar esa voluntad a los subalternos; porque todos son importantes y si uno falla puede poner en riesgo toda la organización. Creo que es lo más importante; hay un dicho en las Fuerzas Blindadas:

“Por un perno se perdió una oruga, por una oruga se paró un tanque, por un tanque no llegó la fuerza al ataque. Por un perno se perdió la batalla...”

—No es cierto que haya “rambos” en la guerra; este es un punto importante en su investigación...todo el mundo andaba con su escapulario, con su rosario; la muerte… mire, es una amenaza agobiante, entonces, el tema es humano; cuando Ud, entiende así la guerra, tendrá éxito... Digo esto porque los militares estudiamos mucho sobre la guerra en las academias, de ahí que he podido leer mucho sobre el tema y también escribí y estoy escribiendo “todavía” sobre este apasionante asunto...

GOM: (Se acomoda y trata de romper el hielo). —Cambiando de tema y a propósito de esa contagiosa voluntad de lucha para mantener la moral de las tropas, Ud., creció de ser mal futbolista como cadete mi General..? ¡Je je, je!

EL INVESTIGADOR: -¡¿De verdad General?!


(Paco Moncayo no es gordo ni flaco, se mueve con soltura, difícil adivinar su actividad deportiva: ¿vóley?, ¿trote?....pero allí va de nuevo Oswaldo Moreno quien hace la conversación amena con sus conocimientos en la parte militar [fue Brigadier Mayor de su promoción, por ejemplo] como en la personal con sus ocurrencias y su risa contagiosa; no pierde la chance para soltar al ruedo algún “recuerdo” que haga “sonrojar” al entrevistado).

EL GENERAL: —Vea General Moreno, yo empecé de arquero en el Colegio Militar. Con los años llegué a defensa, luego back central...de General ya era centro delantero...

EL INVESTIGADOR: -¡Nadie le quería quitar la pelota me imagino...! ¡Je, je, je!

EL GENERAL: — En cierta ocasión en El Oro estaba de cumpleaños; cumpliendo el respectivo reglamento, se había organizado una mañana deportiva y un almuerzo con toda la tropa. Saltamos entonces a la cancha y nos pusimos a jugar, teníamos árbitro; en una jugada tomé la pelota y avancé al campo rival, alguien me cubrió, hubo un empujón por allí, nada importante pero el referi me sacó la tarjeta “roja” de una ...

EL INVESTIGADOR: (Sonríe levemente). -¡Que ‘alzado’...!

EL GENERAL: —Esa tarjeta roja era enorme, tenía una leyenda que decía: “Feliz Cumpleaños”...que experiencia inolvidable; el cariño de los soldados a su Comandante, lo recuerdo con mucho afecto..

EL INVESTIGADOR: —¡Que bonita historia en realidad!

(El General Moncayo sonríe ampliamente, se le ha quebrado la voz en la última frase).

GOM: Buenas anécdotas mi General... ya en la Escuela Militar como Director usted era puntero derecho “escurridizo”, nadie le podía quitar la pelota, entonces llegaba nomás al área contraria y hacía el gol ... ¡Ja, ja,ja!

—Todos nos reímos con gracia por lo sui generis de la historia—.


TERCER MOMENTO: El conflicto mismo

Hay que evitar el combate en lugar de vencer en él. Hay triunfos que empobrecen al vencido, pero no enriquecen al vencedor.

Juan Zorrilla de San Martín


EL GENERAL: (Más relajado y hasta menos discreto, retorna a la tertulia). —Bueno, volviendo al tema, le estoy presentando a Ud., un marco para iniciar el tema, espero no saque de contexto mis palabras...

EL INVESTIGADOR: — ¡No se preocupe General...!

EL GENERAL: (Bastante asertivo e incómodo). — Es que si me preocupo, hay periodistas que han distorsionado mis declaraciones...

EL INVESTIGADOR: (Abre los brazos como queriendo explicar alguna verdad). —Le entiendo perfectamente pero no comparto esa delicadeza suya de querer evitar el “yo, yo, yo” pues ¿quién pueda hablar de Ud. de modo más acertado sino Ud. mismo?; como ideógrafo busco la historia y opiniones personales, la historia en cambio se la hace tanto políticamente cuanto a un vistazo general, muy amplio; no busco aquello, lo mío son los detalles individuales. Por otro lado, el periodismo que nos manejamos en este país, hablando al menos del tema del Cenepa es sumamente pobre por desconocimiento o desinterés; ¿cuantos “reportajes” han hecho sobre la temática de la guerra invitándole a Ud. para que se pronuncie al respecto?, para lo cual se limitan a colocarle al frente una cámara y preguntarle lacónicamente sobre: ¿Qué opinión le merece la Guerra del Cenepa? o le “cuentan” que pisaron “El Valle” en 1995 haciéndole ver que han sido: “reporteros de guerra” cuando no es así, la noticia viral era el conflicto y ellos lo cubrían de cualquier forma, ellos no eran especialistas ni lo son ahora...o ahora menos que antes. Lastimosamente no se profundiza en este aspecto de la historia del Ecuador, Perú y América Latina.

EL GENERAL: (Deja ver un ceño profundo). —Bueno, todo lo que le digo es un marco para entrar en el asunto del conflicto de 1995, tiempo para el cual habíamos construido un ejército poderoso, armado, honesto, ¿el Perú podrá decir lo mismo de su mando cuando Nicolás de Bari Hermosa y Fujimori están o estuvieron presos por corrupción?...

EL INVESTIGADOR: — General, ¿en realidad nos preparamos 14 años para “invadir” el Perú en 1995 como dicen algunos rumores por allí?

EL GENERAL: (Se le ve incómodo frente a tremenda pregunta). —¡No!, nos íbamos preparando para cualquier eventualidad bélica...cuando esta llegase.

EL INVESTIGADOR: —General Moncayo, ¿qué me puede decir en cuanto a la organización del Ejército en 1994? Pregunta Jenner, como que domina el tema de antemano.

EL GENERAL: (Cruza los brazos con un marcador de color rojo en su mano derecha). — En 1981 cuando inició el conflicto con Perú, yo estaba de profesor de la Academia de Guerra. No había para entonces un Estado Mayor que permita conducir las operaciones en el Teatro de Guerra, bajo responsabilidad del Ejército, recuerdo que el Director de la Academia de Guerra y varios profesores fuimos designados para materializar esta deficiencia operativa.

Ya en 1995, el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas en su Plan Militar de Guerra, contaba con el Ejército de Operaciones y este con un Estado Mayor Institucional, como organismo asesor para tiempos de paz que se convertía en Estado Mayor del Teatro de Operaciones, en caso de conflicto.

(La voz es de timbre grueso, bajo y habla suavemente, sin apasionamientos, su expresión es muy meditada, su dinámica va en “Crescendo”).

— Entonces, en 1995, este Estado Mayor del Teatro de Operaciones Terrestres, que le mencioné anteriormente, comenzó a operar desde la Ciudad de Cuenca, como estaba previsto en el Plan “Soberanía I” dirigido por un pundonoroso General como José Herrera. Era Jefe de Operaciones el entonces Teniente Coronel Oswaldo Jarrín, actual Ministro de Defensa del Ecuador. Teníamos como asesor al General en servicio pasivo Cristóbal Navas, un oficial muy respetado y de mucho prestigio en el Ejército. De Cuenca viajé a Patuca -Como Comandante del TOT- para seguir de cerca los acontecimientos.

Nada para nosotros era improvisado, Ud., General Moreno recordará que a la época se hacían Juegos de Guerra, Maniobras con Cuarteles Generales, Maniobras con Tropas y cada soldado sabía muy bien lo que tenía que hacer...

GOM: (Le tomo desprevenido esa pregunta ya que en ese mismo momento estaba leyendo con dificultad un libro voluminoso que intitulaba IDEAS de Peter Watson y que se dejaba ver en un escritorio auxiliar). — ¡Eso es verdad ..! Cada año hacíamos Ejercicios o Maniobras de Campaña in situ y, como usted dice mi General, todos sabíamos de memoria lo que teníamos que hacer. En 1981 yo era Brigadier Mayor, tenía apenas 19 años y fui destinado a una unidad de artillería en El Oro que apoyaba con el fuego a las unidades de maniobra que se enfrentaban al Ejército peruano en primera línea de frontera. Sabía exactamente cuál era mi función y la misión de apoyo a la “defensa en posición” que los planes del escalón superior nos ordenaba cumplir. En 1995 la versión peruana era que nos habíamos preparado durante 14 años para atacarlos...

EL GENERAL: (Con firmeza nos recuerda). — Nosotros nos preparamos para que no se repita un 1941... un 1981.

EL INVESTIGADOR: (Insisivo y algo serio). —Si es posible, como antecedente, me gustaría conocer un poco sobre su experiencia como Comandante del Teatro de Operaciones Terrestres en 1995, General Moncayo.

EL GENERAL: (Mira su reloj con mucha atención y casi de inmediato nos recuerda). — Yo había tenido la suerte de ser, mire...Director de Operaciones, Inspector General, Jefe de Estado Mayor del Ejército, etc., etc.; yo sabía dónde estaba y dónde debía estar cada cosa en el Ejército. Tuve, además, la suerte de ser designado como Comandante del Teatro de Operaciones Terrestres; había sido, por otro lado, profesor de la Academia de Guerra del Ejército, del Instituto Nacional de Guerra, bueno... entonces uno sabe todo de memoria. En esas condiciones se dan los hechos que ya son historia. En 1994 el Presidente Fujimori quiso hacernos lo mismo que Belaúnde en 1981; izar la bandera en nuestros destacamentos. Además estaba de candidato y quería asegurar el triunfo en las elecciones. Fujimori era un mitómano, decía ser “el nuevo Inca”, dado que los Incas provenían supuestamente del Japón. Hay un libro muy bien escrito que detalla todo aquello y se titula “Ciudadano Fujimori” de Luis Jochamowitz. “La tesis del Inca japonés” puede encontrarla a partir de la página 314.

EL INVESTIGADOR: — ¿Ciudadano...?

EL GENERAL: (Confirma la inquietud con rapidez). — “Ciudadano Fujimori”...vale la pena leerlo para entender su psicología... En 1981, inicialmente, se reforzó los Destacamentos de Paquisha, Mayaycu y Machinaza con tropas regulares, incluidos alumnos de la ESPE (Actualmente la Universidad de las FF.AA.)... quienes enfrentaron valerosamente el bombardeo de la aviación, de helicópteros artillados y por tierra las incursiones peruanas con tropas expertas en guerra en selva. Solamente después ingresaron nuestras Fuerzas Especiales. Para 1995, cuando el Teniente Coronel Lazarte amenazó con expulsar a nuestras bases de las cabeceras del río Cenepa, decidimos defendernos desde el inicio con Fuerzas Especiales. Conformamos el Agrupamiento de Selva “Miguel Iturralde" con el Grupo de Fuerzas Especiales No. 26; el Batallón de Selva No. 63 "Gualaquiza", con medios de apoyo de combate, incluidos helicópteros y misiles para la defensa antiaérea. En este caso Perú nos atacó con fuerzas regulares.

EL INVESTIGADOR: —Efectivamente, en aquella primera fase de enero de 1995 serían los Batallones de Infantería de Selva los que se involucraron en combate.

Antes de hablar de aquella primera etapa del conflicto y la participación del Agrupamiento Tactico "Miguel Iturralde"; ¿quién y por qué le puso ese nombre?

EL GENERAL: —Yo le puse “Miguel Iturralde” porque ese General fue un gran líder, un notable Comandante...

EL INVESTIGADOR: — El General había muerto recientemente en un accidente aéreo...

EL GENERAL: —Yo les había dicho a los Comandantes: “miren...cuando se habla de la Batalla de Pichincha se nombra al General Córdoba, Sucre, etc.; cuando se recuerde esta guerra se hablará de Miguel Iturralde, Carlomagno Andrade, etc., porque a las unidades les bautizamos con esos nombres, como un acto de motivación a la vez que de gratitud y admiración.

EL INVESTIGADOR: — Muy justo; sigamos ahora con la cronología...

EL GENERAL: — Vamos al 14 de diciembre de 1994; ese día no es que yo dije “vayan a organizar la defensa. Yo mismo volé a Quevedo. La víspera, el Teniente Coronel Aguas, Comandante del Grupo No. 26 recibió la Orden Preparatoria y me esperaba con su unidad armada y equipada, lista, para trasladarnos a Gualaquiza. Mientras hacíamos los reconocimientos, en un vuelo a Coangos se produjo la primera baja cuando por accidente se fue la puerta del helicóptero "Súper Puma" y cayó un soldado con puerta y todo...él fue el primer muerto del conflicto...

—Y continúa—Bueno, estuve organizando personalmente todo, con el Coronel José Grijalva y el Teniente Coronel Luis Aguas. Al día siguiente llegó el Teniente Coronel Luis Hernández.

GOM: —¿Dónde estuvo Ud. mi General cuando empezaron las escaramuzas?

EL GENERAL: — ¿Yo?...ahí pues.

GOM: — Digo un poco antes... Usted estaba junto a su ayudante, el señor Mayor Andrade visitando al señor General René Gordón, Comandante de la Tercera División de Ejército, ahí usted recibió una llamada telefónica y le dieron parte de las primeras incursiones de los peruanos, Ud se quedó quieto, cerró el teléfono y nos dijo: “¡Nos atacaron...!”

Yo le dije que había vuelto hace poco de Brasil haciendo un Curso de artillería antiaérea y misiles ... nos dimos un abrazo tenso de despedida y se embarcó en el helicóptero ”Súper Puma” con destino hacia Patuca.

EL INVESTIGADOR: — El General me pide que lea un telegrama dirigido personalmente al Mayor Oswaldo Moreno, el mismo que se encontraba en la Provincia de El Oro.

EL GENERAL: — Lea aquí por favor -señalando con el dedo índice a un viejo documento- es que yo sabía perfectamente en dónde estaba mi gente.

EL INVESTIGADOR: —En efecto, la comunicación fechada el 4 de abril de 1995, ordena al señor Mayor Oswaldo Moreno que presente al Comandante del TOT., la planificación de misiles antiaéreos para la 1-BI; 5-BI; 7-BI; 11-BCB; y 13-BI, ante la amenaza aérea existente.

EL GENERAL: —Bueno... Entonces comenzó el conflicto; el Perú atacó con tropas regulares de infantería como habíamos dicho...

EL INVESTIGADOR: — ¿Me habla Ud. del frente Santiago...el BIS-85 de Ampama?

EL GENERAL: — ¡No, no!, yo me refiero a las cabeceras del Cenepa, allí organizamos la defensa activa, que no implicaba mantener posiciones específicas sino el control de la Zona de Operaciones con operaciones dinámicas y fluidas. Esa tarea le correspondió al Grupo de Fuerzas Especiales Nro. 26 comandado por el Teniente Coronel Lucho Aguas; déjeme en esta parte hacerle un pequeño bosquejo...

(Paco Moncayo se dirige al pizarrón, saca unos marcadores de colores y comienza a dibujar un diagrama con trazos cortos y letras grandes).

—Nos explica—

EL GENERAL: —Este es el nivel político. Si el Presidente de la República asesorado por el Consejo de Seguridad Nacional decide que no hay guerra, aquí se acaba todo. El Presidente Sixto Durán Ballén siempre tomó sus decisiones asesorado por el COSENA, nunca lo hizo en forma unilateral o arbitraria...

Este es el nivel político-estratégico, interviene el Presidente y el Ministro de Defensa que en ese entonces era mi General José Gallardo, un excelente militar y bien preparado, sería muy interesante que le entreviste a él también...

Este es el nivel estratégico militar, cuyo responsable de la planificación y conducción es el Jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas con los tres Comandantes de las Fuerzas: Terrestre , Naval y Aérea.

Este es el Nivel Operativo y es de responsabilidad de los Comandantes de Teatro cuando la conducción del COMACO a las Fuerzas es de tipo indirecta.

Este es el nivel Táctico cuyos responsables son los Comandantes de los Agrupamientos y Subagrupamientos...

EL INVESTIGADOR: —Trato de entender su explicación General Moncayo.

Déjeme decirle que cierta prensa del Perú, hablo de la era Fujimori, quería plantear un escenario militarista en Ecuador en el cual los soldados arrinconaron al Presidente para obligarlo a involucrar al país a entrar en el conflicto siendo usted el “cabecilla” de dicha coacción; unos años atrás entrevisté al Presidente Sixto Durán Ballén sobre dicho tema pero lo negó, él estaba muy satisfecho de la obediencia de las Fuerzas Armadas al poder político durante aquel tiempo.

EL GENERAL: ¡Je, je, je! —Hay que leer la revista “Caretas” en esos años para entretenerse con todo lo que decían de mí...Bueno, después hablaremos de ello, siguiendo con el esquema; la guerra no sólo es militar, es también política, económica...

Vea, debe saber lo siguiente: el Comando Conjunto de las FF.AA designa a los 3 Comandantes de Teatro de Operaciones: Terrestre, Naval y Aéreo.

El Teatro de Operaciones Terrestre (TOT) lo comandaba yo...esto es bien importante decirlo, porque la gente habla cualquier cosa...

El TOT no sólo era el sector del Alto Cenepa sino el Teatro de Operaciones en todo el país...

En la doctrina decimos que la guerra se planificó a nivel estratégico (Mediante el Plan Militar de Guerra) y se la condujo operativamente en los Teatros.

EL INVESTIGADOR: —Entonces Ud. no era el símil de Roberto Chiabra Comandante del Teatro de Operaciones en el Cenepa...

(Paco Moncayo cierra los ojos y hecha hacia atrás y a un lado la cabeza con contrariedad y dice con suavidad).

EL GENERAL: ¡No, no, no! —La Zona de Operaciones Sur Oriental, sería el equivalente al Teatro de Operaciones en el Cenepa, que usted menciona... El Comandante de la ZOSO era el Coronel José Grijalva. El Teniente Coronel Luis Aguas fue Comandante del Grupo de Fuerzas Especiales No. 26. A él le relevó el Teniente Coronel Eduardo Vergara… Comandante de los dos fue el Teniente Coronel Luis Hernández. Ellos combatieron cumpliendo valerosamente su deber y la historia recogerá sus nombres con beneplácito.

EL INVESTIGADOR: — ¿Por qué usted como Comandante del Teatro de Operaciones Terrestres, desplazado en todo el territorio nacional eligió Patuca...?

EL GENERAL: — Mire... yo conduzco las operaciones en todo el territorio nacional, pero lo que le enseñan a uno en las Academias hay que aplicarlo pues... que el Comandante tiene que estar como en términos coloquiales se dice: donde “queman las papas”; para influir con la presencia en el éxito de operaciones. Yo podía haber mandado desde Cuenca, Machala o Guayaquil...el resultado no era el mismo. En 1981 a mi Teniente Coronel Carlomagno Andrade, Comandante del Agrupamiento “Cóndor” le llegaban órdenes del Ministro …qué repliegue, del Comandante del Ejército… que ataque. En 1995 estaba yo al frente, yo mandaba en el Teatro de Operaciones, ni el Presidente, ni el Ministro interfirieron jamás en la conducción militar, igual que yo respetaba sus decisiones, ellos tampoco interferían en mis decisiones como le dije hace poco.

Ahora... como Comandante del TOT tenía mi Estado Mayor en Cuenca siguiendo en detalle lo que pasaba en el Teatro de Operaciones. Como dije antes se desempeñaban como asesores el General Cristóbal Navas, el Coronel Pablo García y un equipo de oficiales distinguidos. Recuerdo que Oswaldo Jarrín se incorporó en Patuca.

(En el lenguaje corporal de Paco Moncayo los ojos son sumamente importantes; cada vez que se molesta, incomoda o confirma algún dato, los cierra con fuerza...)

EL GENERAL: (Maneja la voz en “Crescendo”, lo hace cada vez que lo que va a decir es definitivo, destacado una verdad para la historia). —¡Hay que ser humilde para ganar la guerra...! exclama.

A este equipo yo mandaba todas mis decisiones porque les decía: “Yo estoy aquí (en Patuca) con la cabeza caliente, ustedes están en Cuenca tranquilos, frescos, cabeza fría...¡realiméntenme!

(Paco vuelve a bajar la voz al tono sabio y calmado que caracteriza esta entrevista).

EL GENERAL: —Ud. no puede perder la guerra por una actitud de vanidad.

(La voz de Paco adquiere un tono “Forte”, súbito, firme cuando afirma). —Entonces yo enviaba a Cuenca todas mis decisiones, las analizaban y me enviaban sus recomendaciones.

Ahora una de las Zonas de Operaciones...le voy a poner...

(Paco se da la media vuelta y escribe de nuevo en el pizarrón mientras lee en voz alta lo que ha escrito).

EL GENERAL: — El Oro, Guayas...

EL INVESTIGADOR: — Loja

EL GENERAL: — Loja, A...ma..zo...nía, Zona Especial de Defensa...todo esto comandaba yo...—Apenas una de esas zonas era la “Zona de Operaciones Sur...Oriental”. Mire, es necesario que se entienda como funciona todo: En esta Zona de Operaciones comandaba entonces el Crnl. José Grijalva...

EL INVESTIGADOR: — ¿El Comandante de la Brigada de Selva 21 “Cóndor”?

EL GENERAL: — ¡Sí! con su Estado Mayor. Debajo de él estaban los Batallones de Selva 63, 62...61.

El 63, el de Gualaquiza se integró al Agrupamiento Militar “Miguel Iturralde”; esto es bien interesante.

(Paco se acerca a su escritorio y saca un pequeño libro verde, nos pregunta si lo conocemos).

EL INVESTIGADOR: —General, por años busqué este libro, no había ya en las librerías; un amigo me lo envió desde Guayaquil pero estaba que si se caía al suelo, se volaban las hojas, así de viejito se hallaba; le aserré el lomo, le crucé hilo, le puse pega y quedó más o menos; es un documento esencial del conflicto.

—Se trata del libro escrito por el Coronel Luis Hernández—.

El General Moncayo me regala ese pequeño libro que está muy nuevo.

EL INVESTIGADOR: ¿Es Usted el de la foto realmente?...¿¡de paracaidista!?

EL GENERAL: —¡Claro!...le cuento algo; yo por gimnasta me fracturé el cuello —miré—

(Veo un hueco profundo junto a la cuarta cervical).

Por esto no pude ser paracaidista cuando era joven; pero cuando fui General de División a los 53 años hice el curso...

Estamos los tres (Paco, Oswaldo y yo) alrededor de la foto que destaca en un mueble pegado a la ventana. Se puede ver al General después de un salto, se le nota exhausto, algo cansado pero con su satisfacción de haber logrado un curso que le fuera esquivo por mucho tiempo.

EL INVESTIGADOR: ¡Oooooooh!, que impresionante historia, felicitaciones por ese tesón.

EL GENERAL: —Entré a pelear con el Grupo de Fuerzas Especiales No. 26, con ellos estuve saltando en Quevedo. Vea Ud. como es el destino...esa relación da confianza.

EL INVESTIGADOR: —Según veo, la cosa estaba bien organizada para enfrentar el conflicto de 1995, ¿por qué aparecen algunos sectores que discrepan con Ud., entonces?

EL GENERAL: —La una fue la prensa fujimorista del Perú en los 90s, se las tomó conmigo, me dedicó incluso algunos titulares; incluso hasta 1998 allanaba el camino para un nuevo “round”. De aquello hablaremos más tarde como le dije.

EL GENERAL: —Hablando del Ecuador citaré cierto impase: en una ocasión hace no mucho, fui al Círculo Militar; como es mi costumbre, entré saludando personalmente a cada uno de los que estaban en el salón; cierto oficial rechazó con desdén mi mano diciendo que no saludaba a “falsos héroes”; era por algún asunto de condecoraciones, hablo de la de él. Analicemos el caso: ¿Era yo su Comandante de Agrupamiento...de la Brigada para pedir el reconocimiento para él?, ¿era yo parte de la comisión de condecoraciones?, ¡de ninguna manera!, pídales cuenta a sus comandantes directos, enójese con ellos, no conmigo.

Siguiendo con la historia de aquel impase; alguien se acercó a mí a preguntarme si deseaba realizar una acción disciplinaria en contra de aquel oficial, le dije ¡no...de ninguna manera!, él fue un combatiente; dejé a un lado ese episodio, mire, yo tengo un gran afecto a todos los hombres que lucharon bajo mi mando, aunque en este caso el mando no fue directo.

De las otras personas que discrepen por la citada causa: ¿no tenían ellos sus propios Comandantes de Patrulla, Batallón, Grupo, Subagrupamiento, Brigada, etc., que debían abogar por ellos?, ¿qué papel juega el Teatro de Operaciones Terrestres en eso?, yo no estuve directamente sobre ninguno de esos soldados pues esa no era mi responsabilidad inmediata, que porque no condecoré a este o al otro o por qué si lo condecoré, o que alguien dijo que yo “ordené” que a uno si le reconozcan pero a otro no...

Vamos otro caso que quiero mencionar aquí, y es risible, cierto Sargento retirado solicitó en 1995 entrar al conflicto, y lo hizo como reservista, dada su edad y por su seguridad, se le envió al sector de Base Norte, tomando en cuenta que ya nada sucedía allí, no habían combates en ese tiempo. Según sé, su gente le protegía, cargaban su mochila; del río le llevaban a su posición incluso el agua que bebía...bueno; este señor despotrica ahora contra mí con ferocidad, ¿por qué?, ¿tuvo algo que ver con el comando del TOT?, nada, por otro lado él jamás estuvo en combate... según conozco, en este último tiempo y por una coyuntura política con el gobierno anterior se ha hecho declarar “héroe”, con todos sus beneficios... aquellas cosas hay que investigar.

Bueno, hay quienes me reclaman que por qué estoy en la lista de héroes, yo no he pedido nada para mí, no he cogido un solo centavo, nada, aunque yo me preparé para eso (la Guerra) y tuve la suerte de defenderle a mi país, que más condecoración que la bendición de Dios de ponerme en ese sitio.

EL INVESTIGADOR: —¿Solía Ud., ir al Cenepa durante el conflicto?, por ejemplo ¿Dónde estuvo Ud., cuando el TCRN. Luis Aguas fue relevado por el TCRN. Eduardo Vergara?

EL GENERAL: —Yo estuve allí, personalmente en ese lugar. El Coronel Vergara incluso lo relata en su informe aquello; yo estaba allí...pero no porque yo era Comandante inmediato de él pues, sino porque el Comandante tiene que dar ejemplo y estar – repito- dónde “queman las papas”; no era mi obligación ir pues era un relevo de una unidad del Agrupamiento; se entiende que hubiese bastado que allí esté el Lucho Hernández o incluso el Comandante de la Brigada, pero yo estuve allí.

EL INVESTIGADOR: —Un poco antes de que muera el ex presidente Sixto Durán pude entrevistarlo gracias al contacto del historiador Eduardo Espinoza; le pregunté si sabía que la Cueva de los Tayos había caído; él lo negó categóricamente, dijo que era una mentira peruana; bien, aquí quedan dos caminos, el uno sería decir que la línea del “Pacto de Caballeros” pasaba por la Cueva, sería algo así como el puente entre Huaquillas y Aguas Verdes o aquel entre Carchi y Nariño; el otro camino sería decir que no se defendían posiciones;¿qué me dice Ud., al respecto Gral. Moncayo.

EL GENERAL: (Algo incómodo por la reticencia de la pregunta contesta). —Le ilustraré mi punto de vista a través de una anécdota: Cuando se inauguró la Capilla del Hombre en Quito, un día, 20 minutos antes de las 9 de la mañana, mientras esperábamos el inicio del programa nos pusimos a conversar con Hugo Chávez; muy aparte de cualquier posición política, el ex presidente de Venezuela tenía una personalidad simpatiquísima...

EL INVESTIGADOR: —Efectivamente, tenía un gran carisma, aunque jamás fui de esa tendencia política ni de ninguna, solía ver sus enlaces, en ellos contaba historias, cantaba canciones y se integraba con la gente sin esconder sus propias debilidades.

EL GENERAL: —Entonces, ya casi atrasado va llegando Fidel Castro; Chávez me dice: “Nosotros como oficiales de Escuela estamos a tiempo, en cambio este viejo, como buen guerrillero llega tarde”; a lo que Fidel le contestó divertido haciendo alusión a mí: vea, el General aunque de Escuela ganó la guerra como guerrillero.

EL INVESTIGADOR: ¡Ja, ja, ja!

EL GENERAL: —Entonces ese es el punto; la clave en la guerra táctica no era la defensa fija ni de destacamentos sino la defensa de territorio; por otro lado, si Ud., me pregunta por cada punto del Cenepa, no me será posible darle explicaciones de aquello por la razón de que mi responsabilidad como le dijo era el comando del Teatro.

EL INVESTIGADOR: —Entiendo...

EL GENERAL: —En mayo de 1995 yo salí de Patuca absolutamente satisfecho porque la victoria no fue de Eduardo Vergara, Luis Aguas o Paco Moncayo, sino de los soldados con todo el apoyo del pueblo ecuatoriano; pero no fue una victoria puntual ni temporal; todo fue un proceso que empezó en 1970 no en el 95.

EL INVESTIGADOR: —A su modo de ver, aquella fue una guerra táctica o estratégica (repregunta).

EL GENERAL: —¿Enviar la aviación al Cenepa fue una decisión táctica?... ¡no! nocierto, si no hubiésemos enviado la aviación ecuatoriana para que derribe los 2 Sukhoi y el A-37 peruanos para que deje la FAP de operar en el valle, no hubiesen podido salir los BM-21 los que decidieron la suerte del conflicto. ¿Eso es táctico o estratégico?

EL INVESTIGADOR: —Dice Ud., que sin los soldados hubiera sido imposible la victoria, ¿por qué es reacio a las condecoraciones a los sobrevivientes?

EL GENERAL: (Le incomoda la pregunta pero sonríe),—Vea, cuando yo era Jefe de Gabinete del Ministerio de Defensa, había todavía como 7 mil combatientes de 1941, ¿entonces por qué no ganamos la guerra? me decía yo, mire, sabíamos que no habían luchado más que 2 mil; después con la politiquería empezaron a aparecer algunos a decir que habían estado aquí y allá, hacían información sumaria; uno decía del otro y el otro del uno que si habían estado en ese o en aquel otro lugar y listo ; por allí andan los cuadros de pensiones que algunos cobran. Desde allí me quedé ‘aleccionado’, por eso yo era reacio incluso a mi condecoración la cual la acepté en rebeldía, bueno, ya hemos hablado de aquello.

EL INVESTIGADOR: —Hay gente que recibió la Cruz de Guerra sin merecerlo entonces, hablo tanto de los de 1941 como los de 1995.

EL GENERAL: —Hace un rato le decía que salí en mayo de 1995 muy satisfecho de Patuca, mire, en toda guerra hay desertores, auto inflingidos, gente que mata a sus jefes de patrulla, gente que miente y quien exagera, etc., etc.

EL INVESTIGADOR: —Cierto, eso es poco interesante ya que es un factor común en todo conflicto.

EL GENERAL: —¡Así es! En nuestro caso lo que hubo fueron un par de desertores, fueron casos notados más que notables...

EL INVESTIGADOR: —Se a lo que se refiere; que pequeño es el mundo, en su libro Ud cuenta la historia de un Médico que se volvió de Tiwintza y fue a aparecer en Quito; casualmente entrevisté a uno de sus compañeros de promoción quien entre una de sus anécdotas de formación en la ESMIL como Teniente especialista lo conoció; cuando hicieron el Curso de Selva apareció enyesado para no tener que pasar la tarabita, el cabo, ni meterse al río; durante la Guerra de 1995 se hizo pasar por “loco” al volverse a Quito en avión. Aún más, en cierta entrevista bien documentada hablé con un Sargento quien herido por una bala que rebotó en un árbol le fue a dar en el brazo; muy infectada la carne, fue enviado desde la posición de la ´punto cincuenta’ a Tiwintza para ser atendido, allí fue abordado por un Capitán médico quien le dijo que debían juntos marcharse a Macas; al llegar allí le mandó a esperar sentado, él escuchó el avión despegar sin él; horas después inteligencia le interrogó; el médico se había hecho pasar por él y así llegó a Quito; en el sitio fue capturado y se hizo el “loco”; fue dado de baja por “problemas psiquiátricos”; ahora trabaja en cierto hospital del norte del Ecuador.

—Nos reímos de la caradura de este seudo oficial oportunista; los 6 meses de curso no le convirtieron en un verdadero oficial—.

EL GENERAL: —¡Sí! En todas las guerras pasan cosas así; en nuestro caso hubieron casos muy puntuales como aquel, pero si nos ponemos a contar aquellas cortas y particulares historias como si fuesen ‘LA’ cosa no?, se puede desdibujar la historia verdadera del conflicto, el Ecuador antes de 1995 pocas cosas ganaba por no decir casi nada, la del Cenepa fue una victoria limpia, a diferencia de las muchas falacias que escribe el Sr. Gral Chiabra. Cierta vez me llamó el Embajador Horacio Sevilla indicándome que dicho General había escrito su libro diciendo que habíamos perdido la guerra, me comprometí a escribir un libro contando la verdad.

EL INVESTIGADOR: —“Cenepa, Misión de Honor” por Roberto Chiabra.

EL GENERAL:—¡Exacto! Bueno, eso me motivó a escribir mi libro.

EL INVESTIGADOR: —¿Cómo logró Ud., registrar los episodios del conflicto dos décadas más tarde?

EL GENERAL:—En 1995 ordené que todo quede documentado, microfilmado; cada palabra que salió de mi boca...todas las sesiones de los Estados Mayores están registrados en audio. Ha de saber Ud., que con el tiempo yo le traje al Estado Mayor del TOT a Patuca (BS-21 “Cóndor”). Bueno, como el papel era muy caro se hicieron pocas copias del documento (habla del inventario documental), en los CDs que le entregué a Ud., está en digital todo, incluso cuantos cartuchos se dispararon , la Academia de Guerra también tiene este archivo...Ud verificará allí que yo nunca, nunca presenté mi nombre para que me hagan héroe, yo me siento privilegiado de que al haber dado toda mi vida al Ejército, me haya tocado defenderle a mi país comandando a mis hombres, tengo la conciencia tranquila. Cuando fui Alcalde me quisieron acusar de que me he robado dinero por lo del aeropuerto, aquí estoy, aquí me encuentran, no me estoy defendiendo desde la clandestinidad en Miami o Bélgica; con el tiempo todas las falacias caen por su propio peso.

EL INVESTIGADOR: —General, ¿Qué piensa sobre sus detractores? Hablo de cierto sector de clases excombatientes que le atacan a Ud.?

EL GENERAL: —En mi caso jamás hablo mal de nadie de los que sirvieron bajo mi mando por una sencilla razón, quién ataca a un excombatiente está tirando lodo sobre todo lo bueno que se hizo en aquel conflicto.

EL INVESTIGADOR: —Entiendo su punto de vista: si tacho por ejemplo de mediocre a mi Comandante, yo lo soy igual, algo como “de tal palo tal astilla”.

Mientras charlamos de temas varios, el General Oswaldo Moreno observa muy concentrado algunos telegramas de 1995, entre ellos aparece también la fotografía de un avión peruano caído en la selva, lo he visto alguna vez en internet.

EL INVESTIGADOR: —¿Es real esa foto o un montaje?

GOM: —¡Es real! Afirma.

EL INVESTIGADOR: ¿Cuál es su historia? Pregunta con intriga.

GOM: (Muestra a Jenner, una fotografía que se hizo viral en el internet). —Este es un avión supersónico tipo Sukhoi-22 derribado por el Capitán Carlos Uzcátegui de la Fuerza Aérea ecuatoriana.

EL INVESTIGADOR: —¿Será?...¿quién puede en plena Zona Combate hacer una fotografía así?

GOM: —Un helicóptero de la MOMEP lo localizó por pedido del oficial de enlace del Perú, Sr. General Daniel Mora Cevallos, luego un oficial chileno lo fotografío y lo entregó al Estado Mayor de la Misión de Observadores.

EL INVESTIGADOR: —¡Aquello es absolutamente revelador! Exclama con asombro.

GOM: —Este otro telegrama informa sobre la muerte del soldado peruano Wilmer Sánchez.

EL INVESTIGADOR: —Eso fue en el BIS-85 de Ampama, sector Santiago .

—A propósito de esto, no hemos abordado aún el tema Santiago.

EL GENERAL: —Bien, déjeme decirle algo.

(Paco Moncayo toma nuevamente los marcadores y dibuja una especie de “Y” en el pizarrón).

EL GENERAL: —Aquí es la unión del Zamora con el Santiago, aquí es la desembocadura del Yaupi en el Santiago, y aquí está el Destacamento “Soldado Monge”, y más adelantito, “Teniente Ortiz”...

GOM: —El Destacamento peruano “Cahuide” está más abajo...

EL GENERAL: —¡Sí! más abajito; y aquí está “Etza“...

GOM: —Más allá está el Puesto de Vigilancia “Pachacutec” lo del famoso “Pacto de Caballeros” es aquí...

EL GENERAL: —Y acá están las cabeceras del Cenepa...acá está la saliente Cusumaza Bombuiza...

GOM: (Mira fijamente el diseño con grandes trazos que ha hecho Paco Moncayo en la pizarra de “marcador líquido” y replica como pensando en voz alta). —Es al otro lado, dice.

EL INVESTIGADOR: (Mueve la cabeza ladeándola para tratar de ubicarse). —¿Dónde está el Perú?, arriba o abajo, porque yo siempre me oriento de Sur a Norte.

EL GENERAL: —Está abajo.

EL INVESTIGADOR: —¡Ahhhh…listo!

EL GENERAL: —Verá... en la primera etapa, los peruanos atacaron aquí y aquí (dos puntos en Santiago: “Soldado Monge” y “Tnte. Ortiz”) en la segunda etapa, ya no tenían fuerzas y Fujimori les ordenó tomarse Tiwintza, en esta etapa dejaron de atacar Santiago porque nuestra artillería antiaérea desplegada en el sector abatió un helicóptero peruano el 29 de enero.

EL INVESTIGADOR: —¿A qué atribuye Ud el “cese de hostilidades” en Santiago?...¿este derribo del helicóptero en “Tnte. Ortiz”?...¿ la dificultad de las líneas de comunicación hacia la lejana Ampama?

EL GENERAL: —Existe un principio operativo esencial: no se pueden sostener dos frentes débiles; yo me supongo que el Comandante peruano dijo: “metemos todo para acá” (Cenepa); centrémonos entonces en esta parte.

EL INVESTIGADOR: —¡Perfecto!

EL GENERAL: —Aquí está el río Cenepa...inicialmente hicimos la defensa con el Agrupamiento Táctico “Miguel Iturralde” que era encargado de defender ambos lados del río, pero cuando ellos -los peruanos- ya infiltraron todas las unidades de contraguerrilla...

GOM: —¡Contrasubversivos!

EL GENERAL: —¡Sí! Contrasubversivos... entonces ya tuvimos que meter más gente; allí incluimos al Agrupamiento Táctico “Carlomagno Andrade”. Entonces los peruanos nos atacaban y nos atacaban sobre este eje; yo les decía (a los míos) ¿qué es esto?...¿mentalidad de puchimbol? Me dirigí al Coronel Vasco expresándole: “la única forma de aliviar la presión de rojos que viene hacia Tiwintza es atacándoles hacia el flanco y retaguardia...”

EL INVESTIGADOR: —El Subagrupamiento Táctico “Carlomagno Andrade” fue formado por el 16, 17 de febrero del 95.

EL GENERAL: —Lo dicho se confirma en el informe del Comandante Glen R. Weider , observador militar norteamericano de la MOMEP, él relata que el Ecuador había logrado infiltrar una unidad a la retaguardia peruana, capaz de atacar su base principal o cortar su línea principal de suministros en el alto Cenepa. Por esto obligaron a que retiremos esa unidad antes de iniciar la separación de las fuerzas. Weider escribió también que no aceptaron recibir nuestras bases de Tiwintza y Base Sur porque las elecciones estaban previstas en el Perú para el 9 de abril y si se enteraban que esto, se podía complicar la situación interna del Perú”.

EL INVESTIGADOR: —Oswaldo, tú que fuiste parte de la MOMEP cuando mayor ¿podrías corroborar este dato?

GOM: (Responde en forma contundente y directa). —¡Claro! ¡Efectivamente! ... esa apreciación del oficial norteamericano fue la correcta y corroboró lo dicho en su informe final de misión.

(Es una verdadera fortuna tener a un oficial de enlace con la MOMEP pues contamos con información clasificada de primera mano).

EL INVESTIGADOR: —Interesante, es evidente que colocar objetivos territoriales definidos en el Cenepa acortaría el conflicto, si se tomaba o mantenía alguno de ellos definiría un “ganador”, cuando la verdadera meta de ambos ejércitos debía ser expulsar a los “infiltrados” rivales del Valle del Cenepa, cosa impracticable en la realidad de la selva.

EL GENERAL: —¡Allí se acabó todo! Manifiesta con aplomo.

EL INVESTIGADOR: —Poco hemos hablado del Coronel Luis Hernández.

EL GENERAL: —Luis Hernández había ingresado un día después que yo...a Gualaquiza, él se mantuvo sin relevo durante todo el conflicto.

(Paco Moncayo está sentado, su cabeza está echada a un lado y mira fijamente reafirmando la dimensión de esa declaración que me viene de perlas pues me es complicado seguirle el rastro al Crnel. Hernández durante todo el conflicto: existen vídeos aquí y allí, en distintos puntos y fechas, ¿se mantenía en Patuca, Coangos, Ibarra, Banderas, Cuenca o Quito?)

EL GENERAL: —El no tuvo un solo relevo... salió incluso después que yo; hay muchos motivos de reconocimiento para Luis Hernández...

EL INVESTIGADOR: —Se dice que se palanqueó como ayudante del Gral. José Gallardo, ¿qué opina Ud?

EL GENERAL: —Si alguien se palanquea para ir a la guerra, ese es un verdadero soldado, ¿¡eh!?

(La risa del Gral. Moncayo es muy graciosa, grave, corta, en este caso es una aseveración de un ¿no le parece? Paco Moncayo cuando ríe, solo sonríe; la risa del General Moreno es en cambio súbita, explosiva, fuerte, escandalosa, contagiosa, cuando ríe abre mucho la boca, estira la mandíbula y se pone todo rojo).

GOM: —Mi General Gallardo me recordaba que en realidad mi Coronel Hernández pidió ir a la guerra. Me decía: “Hernández cumplirá bien esa misión”.

EL GENERAL: —¡Sí! Confirma lo antes dicho.

EL INVESTIGADOR: —¿Por qué el Crnel Hernández no ascendió a General? por otro lado ¿Por qué razón algunos comandantes no fueron condecorados? Si tuvieron destacada actuación en la guerra, perdone que diga guerra en el sentido de la RAE pues la palabra conflicto no me agrada.

EL GENERAL: —De la primera pregunta, le digo que no sé por qué Lucho Hernández no fue ascendido a General, él realmente lo merecía; de lo segundo, le recuerdo que había una ‘Comisión de la Condecoración’, presidido por el Sr. General José Herrera y algunos Comandantes, quienes analizaban quién merecía ser condecorado, no fui parte de esa comisión.

(Mientras editamos esta entrevista, el General Oswaldo Moreno y yo hemos entrevistado por separado a los generales Rubén Barahona y José Gallardo sobre el asunto “condecoraciones”, el primero sostiene que no recibió coacción alguna de parte del Gral. Moncayo para condecorar a alguien en especial; mientras el segundo, asevera con firmeza que efectivamente el Gral. Moncayo se negó a recibir la Cruz de Guerra pero él como su superior dispuso le sea concedida tal distinción por su brillante desempeño en la campaña de 1995)—Nota del editor—.

EL GENERAL: —Como le dije antes, yo jamás he creído en que se debía condecorar a los vivos sino a los muertos y a los estandartes.

EL INVESTIGADOR: —Es un hecho muy bueno que Ud. hable de sus comandantes Gral. Moncayo, yo prefiero ser confrontativo antes que guardar el polvo bajo la alfombra, he allí la razón para preguntarle sin tapujos todas aquellas inquietudes que quizás no lleguen de la mejor manera hacia Ud.

EL GENERAL:—¡Claro que sí! pero yo creo que se debe tener cuidado con lo que se publica, hay que recordar que los crímenes de Guerra no prescriben, hablo de la Corte de Roma.

EL INVESTIGADOR: —Se refiere Ud., a la publicación que hice acerca del Gral. Luis Aguas, en realidad el enfoque de aquella parte de la entrevista resaltaba la firmeza del Comandante del GFE 26 reforzado en el sentido de enfatizar que el soldado no es un mercenario y que él no toleraría mutiliaciones a los cuerpos de los enemigos muertos; aquello me pareció excepcionalmente bueno, hablo del mensaje…


CUARTO MOMENTO: Postconflicto

El conflicto del Cenepa le permitió al país negociar dignamente una paz que había sido esquiva durante siglos…

Paco Moncayo



EL GENERAL: —Bueno, pasando a otro tema, el Ecuador no tenía mucho que mostrar realmente en su historia militar. Por ello yo en 1995 le dije a mi gente: “Señores, el Ejército le debe una página de gloria al pueblo ecuatoriano, y hoy es la ocasión para ello”; porque si Ud. ve, nuestra historia antes de aquel conflicto era de solo derrotas.

EL INVESTIGADOR: —Así es, efectivamente...

(Nos callamos un momento recordando en especial aquel taciturno 1941 del cual hemos hablado por alguna otra parte).

EL INVESTIGADOR: —General, algunas preguntas sueltas. ¿Qué es ser Comandante? ¿Cuál es la clave para ser un Comandante trascendente...?

EL GENERAL: —Déjeme contarle algo: cuando los Comandos hacían sus cursos en la selva, yo iba a las bases de patrullas para estar con ellos, ¡siendo Comandante del Ejército...! En cualquier maniobra yo solía meterme en la trinchera y preguntar al soldado sobre cuál era su papel y misión; ser Comandante no es estar supervisando desde el escritorio; el Comandante debe estar donde está la gente; allí donde la gente está padeciendo, eso les da confianza...

EL INVESTIGADOR: —Oficiales y clases que sirvieron a su mando dicen que Ud., es una persona drástica...

EL GENERAL: —Sí, sí...la guerra no es para señoritas; la guerra es algo muy difícil. Vea…cuando yo era Subteniente y estaba destinado en el lejano Destacamento en el Curaray me di cuenta que todo lo que me hicieron en el Colegio Militar no fue en vano; si a uno no lo hubiesen templado el carácter...se volvería loco, botado en un rincón de la selva; por todo aquello uno es capaz de hablar con los soldados; yo de Subteniente vivía con los conscriptos.

GOM: (Siente que el General Moncayo está algo molesto por la aguda pregunta y trata de apaciguar el momento de tertulia, cambiando de tema). —Cuando usted hizo una visita de comando a las posiciones de la Brigada Nro. 07 “Loja”, ahí estaba como Comandante mi General César De la Rosa, ¿qué concepto tiene Ud., de él..?

EL GENERAL: —Yo honestamente le digo...todos ellos son formados por mí, no creo que sería muy ético hablar de ello y hacer diferencias.

GOM: (Ve directamente a los ojos del General Paco Moncayo).—Recuerdo que en el año 95 llegué a Loja para realizar la planificación de la defensa antiaérea con los misiles IGLA, cumpliendo su orden expresa mi General, me presenté en el Puesto de Mando de mi General De la Rosa: vi que era extremadamente jodido y ‘cascarrabias’, les tenía a la raya a sus oficiales y voluntarios —personal de tropa— pero, eso sí, pude constatar que tenía unas posiciones defensivas espectaculares y la Brigada bajo su mando estaba lista para cumplir con efectividad su misión. No sé por qué me tuvo algún afecto especial, incluso me elogió públicamente, yo no sabía que decir por su efusividad y generosidad... su carta la tengo guardada con aprecio en mis archivos.

Lo que Ud., dice mi General es cierto, en el Colegio Militar fuimos formados con mucha dureza, pero aquello nos dio temple para superar las adversidades no solo físicas sino psicológicas de la vida y así cumplir la misión, cueste lo que cueste.

EL GENERAL: —¡Así es! Mire, estimado Jenner, hay algunos casos...eh, jamás me escucharía Ud., dar declaraciones sobre los temas que hemos tocado...

EL INVESTIGADOR: —Recuerdo verle a Ud., en 1995 siendo entrevistado por la televisión brasileña, los reporteros trataban de sacarle alguna información sobre el conflicto y Ud., parcamente sonreía y “toreaba” a los periodistas elogiando a las garotas… ¡Ja, ja, ja! a pesar de eludir el tema, la prensa de Brasil aplaudía su cordialidad y sentido del humor.

EL GENERAL: (Vuelve a tratar el tema de las condecoraciones con cierta indignación). —No he hablado de esto anteriormente, pero vale la pena que Ud. sepa. A cierto Sargento como le decía antes, le envié en 1995 a Base Norte para que mejore el bohío ya cuando no había problema alguno en ese sector…con el pasar del tiempo le veo dando declaraciones en “El Comercio” como “experto” y reclamando beneficios.

GOM: (Molesto con los militares oportunistas se expresa). —Uno debe cumplir con su deber sin esperar nada a cambio... es todo; mire mi General, como le contaba, fui enviado al Perú a realizar una misión de inteligencia muy compleja, lo hice con mucho honor y satisfacción a pesar del peligro que sabía de antemano existía. Aquello lo guardo en mi corazón; jamás se me habría ocurrido ir con mi uniforme y mi boina a hacer un plantón en la Plaza Grande; no sabe Ud., mi General cuanta tristeza me dio ver a nuestra gente haciendo campamento, ¡¡¡reclamando plata y más plata ....!!! Fue una verdadera vergüenza institucional de la que no deseo ni acordarme.

EL GENERAL: Qué pena en realidad...

(Paco Moncayo expresa esa pena con auténtica tristeza, su expresión no conlleva cinismo o sarcasmo).

GOM: (Cambia su tono de voz por su molestia). —Reclamando “sus beneficios”, algunos seguramente tendrán la razón por sus reclamos, pero un verdadero soldado debe cumplir su deber en forma excepcional para con la nación. Si se cumplió la misión bien o mal, está en la conciencia de cada uno porque la Patria debe prevalecer por encima de toda ambición personal.

(A pesar de una misión de inteligencia en territorio peruano, al entonces Mayor Oswaldo Moreno se le fue otorgado y luego retirado inexplicablemente un Encomio Solemne, he visto yo el informe respectivo) —nota del editor—.

EL GENERAL: —Exactamente, en mi caso jamás reclamé el “pago” por la condecoración. Otra cosa; cuando terminó la guerra, yo pedí que el mismo bono que me iban a dar a mí, sea para todos los soldados; no recuerdo cuanto fue, algo así como 1 millón y medio de sucres, pero a todos por igual...desde el General al Conscripto cobraron lo mismo.

EL INVESTIGADOR: —Fueron como 3 millones. A propósito, yo siempre les pregunto a mis entrevistados sobre lo que compraron con el bono; yo creo que no es lo mismo saber escribir que saber llegar...

EL GENERAL: —¡Claaaro!

EL INVESTIGADOR: —Cuando les pregunto esos detalles pequeños, la gente que lee, la que nunca estuvo en la guerra se mete de alguna manera en el pellejo del soldado. “Una televisión” o “una grabadora” es la respuesta; esa es una noble satisfacción y lo guardan como un tesoro porque el recuerdo que les trae les llega al alma en realidad.

(Paco Moncayo sonríe ampliamente, pensé que le molestaría que le cuente eso por aquello del antagonismo que suelen tener los comandantes con el “vil metal” o el “vanal consumismo”; nada de eso, él lo ve con la satisfacción de un padre que mira a su hijo estrenando una bicicleta nueva; mientras sonríe suelta una pequeña carcajada de alegría).

EL GENERAL: —Vea Ud., la teoría y la práctica: si la guerra es una empresa colectiva, ¿por qué a mí me habrían de dar más que a los demás, incluso que a algunos civiles que también lo recibieron?

EL INVESTIGADOR: —Quisiera volver de nuevo al tema Santiago ya que Oswaldo ha leído el telegrama de la muerte del soldado peruano del BIS-85, ahora héroe espero (en el Perú no basta morir para recibir aquella distinción administrativamente), ¿por qué no le condecoraron al mayor Héctor Benavides, Comandante del BS-61 si estuvo en combate directo, los Destacamentos de Santiago jamás cayeron...? (Repregunta).

EL GENERAL: —La verdad, no sé en realidad por qué, como le dije...si Santiago no cayó...no cayó tampoco Soldado Monge.

GOM: —Y derribaron un helicóptero peruano ahí mismo donde nuestro héroe el Subteniente Hugo Ortiz se inmoló por la patria.

Recuerdo mi General que cuando estaba en la MOMEP, hacíamos reconocimientos aéreos permanentes, allí vimos el efecto letal de los BM-21 un poco al Norte de Soldado Pastor... los efectos de estos cohetes habían quemado una gran loma que se veía como pintada de color blanco por el efecto mismo de su destrucción...

EL GENERAL: —¿Dígame, eso es Táctico o Estratégico?

GOM: —Su efecto fue estratégico... la inteligencia táctica -como usted sabe mi General- complementa la inteligencia estratégica. Conversando con los artilleros del BM-21 sobre la visita de Fujimori al Cenepa dicen: «Mi General Moncayo no nos dejó disparar... le teníamos listo el fuego de efecto».

EL GENERAL: —General Oswaldo Moreno, déjeme contarle lo siguiente: en primer lugar, de Quito me informaron a la medianoche que Fujimori estaba en el Cenepa; de la Embajada Argentina comunicaron que si le pasaba algo a Fujimori, los peruanos bombardean Quito...

GOM: —Sabiendo que Fujimori estaba en el Cenepa durante el conflicto, ¿por qué razón no ordenó que los BM 21 barriesen el área ante semejante provocación? Los artilleros de los lanzadores múltiples habrían disparado sobre el área de combate 609 cohetes y 12 más con el material Grad 1P... me han dicho que Ud no les dejó disparar...

EL GENERAL: —Mire, yo le voy a contar: A la media noche nos llamaron de Quito para informarnos que de la Embajada Argentina habían advertido sobre la presencia del Presidente Fujimori en la Zona de Combate y que el Perú había anunciado que si le pasaba algo a Fujimori, bombardearían Quito. Frente a esta situación ¿Qué podía hacer? Debía decir ...¿Qué bombardeen nomás…? Pues, entonces que dispare el BM-21 y le maten al “Chino”.

¡Ja, ja, ja! Se sueltan a risotadas todos los presentes.

EL GENERAL: —Esa decisión debía provenir del mando político, yo hubiera sido un irresponsable en ordenar tal bombardeo, si por mi hubiera sido lo habría hecho ¿Acaso era creíble y me atemorizaba personalmente la advertencia que había llegado a través del Embajador argentino sobre las retaliaciones ulteriores si eso sucedía? La decisión de no bombardear no partió de mí sino del Presidente de la República, a través del Comando Conjunto.

EL INVESTIGADOR: —¿Le parece a Ud. que en la época los argentinos estaban parcializados con el Perú por el asunto de su apoyo a Malvinas?

EL GENERAL: —¡Evidentemente! Las Fuerzas Armadas argentinas siempre fueron muy cercanas con las peruanas. Entonces se hablaba del eje Lima-Buenos Aires y el Santiago – Quito. Pero algo que no se sabe es que en la Guerra de las Malvinas nosotros apoyamos a Argentina con los Exocet para que ellos pudieran defenderse de los ingleses.

EL INVESTIGADOR: —¡Qué bien! Yo tenía un peso en la conciencia porque les dejamos solos a los argentinos en 1982 pero ahora estoy tranquilo.

GOM: —¿Y la munición del “Oerlikon” mi General?

EL GENERAL: —También les enviamos.

EL INVESTIGADOR: —Esta noticia me deja satisfecho

EL GENERAL: —Mire, enemigos comunes hacen amigos. Toda la vida los conflictos territoriales fueron entre Chile y Argentina; el Perú y Bolivia contra Chile; el Ecuador contra Perú; por eso se hablaba también del eje Santiago - Quito, ¿tiene lógica verdad?

EL INVESTIGADOR: —Considera Ud., que los chilenos apuñalaron por la espalda a los ecuatorianos en 1998 al haberle otorgado su voto como garante del Protocolo de Río de Janeiro para que el Cenepa sea para del Perú a fin de para bajar las tensiones..?

EL GENERAL: —Hablando de relaciones internacionales cada país se defiende solo y hace lo que mejor convenga a sus intereses; no hay amigos. Vean, ¿se acuerdan ustedes de 1910...?

EL INVESTIGADOR: —El impase con el Perú bajo el gobierno de Eloy Alfaro...

EL GENERAL: —El Obispo de Ibarra, Federico González Suárez dijo que era mejor desaparecer en el campo de batalla, con el arma al hombro que enredado en los hilos de la diplomacia. Cuando sus detractores le increparon por su discurso belicista, él respondió que Colombia y Chile siempre habían jugado la carta del Ecuador en su beneficio; o sea que esos países siempre nos usaron conforme a sus intereses. Nuestra Cancillería, por el contrario, pecó siempre de una ingenuidad inconcebible como aquella de tener a la Cancillería ecuatoriana defendiendo a Maduro, a Ortega...en vez de defender los intereses nacionales.

EL INVESTIGADOR: —Pasando a otro tema, General, Ud., no me contestó aún sobre un Mayor del que se dicen muchas cosas; por ejemplo, que abandonó a los aspirantes en “Trueno Dos” el 22 de febrero de 1995, ¿qué suerte corrió este oficial?

EL GENERAL: —En efecto hubo un incidente de esa naturaleza. Primeramente, al contrario de lo que algunos dicen, ese oficial nunca fue condecorado. Un Mayor abandonó su Puesto de Combate, eso sabe todo el mundo, yo dispuse que regrese a batirse en Tiwintza.

EL INVESTIGADOR: —Pero él nunca llegó, tengo informes de los aspirantes, del Comandante del helipuerto Montúfar, de los morteristas que si volvieron, en fin...

EL GENERAL: —Yo le amenacé que si no volvía a Tiwintza, se le instalaría un Consejo de Guerra.

EL INVESTIGADOR: —¡...Y no volvió...!

EL GENERAL: —No supe de aquello. Le explico: existían filtros para llegar con la información al General, del Teniente Coronel, que le comandaba, del Coronel a cargo de la Brigada, etc.

EL INVESTIGADOR: —Entiendo, Ud., dio la orden que él debía cumplir y luego Ud., continuó con sus tareas como Comandante del Teatro de Operaciones; lo que haya sucedido con el Mayor ya pasó a otro plano.

EL GENERAL: —Ud. entenderá que en la selva es complicado saber lo que sucede. Es por ello que dispuse que en cada patrulla conste un soldado de inteligencia; alguien podía habernos dicho que conquistó algún baluarte enemigo y ¿qué iba a hacer yo para constatarlo?... ¿Viajar 3 días por la jungla? De este caso si me acuerdo, pero no supe lo que pasó al final con el oficial.

EL INVESTIGADOR: —Entrevisté a un Coronel quién aseguró haber sido testigo que le hicieron un Consejo de Guerra.

EL GENERAL: —No sé...desconozco que pasaría después con el mencionado oficial.

EL INVESTIGADOR: —¿Quién fue responsable de la entrada de los aspirantes de la ESFORSE al Cenepa?

EL GENERAL: —A mí me mandan el personal, no es que yo digo: «mándenme a esta o a esta otra Unidad...». así no es la guerra...

EL INVESTIGADOR: —¿Pero para qué entran ellos al Cenepa?

EL GENERAL: —Como Unidades de Apoyo de Combate con escuadras de morteros.

EL INVESTIGADOR: —Efectivamente, la patrulla de la ESFORSE llevaba morteros de 60 mm

EL GENERAL: —Pero vea, que infamia. Con el discurso de que ya hemos firmado la paz, sorprenden a los muchachos conversando; los morteros por un lado, ellos por otro lado y les masacran...pero fueron advertidos. No nos quedamos llorando sobre la leche derramada; cuando pasó aquello, yo ordené el bombardeo con los BM-21.

GOM: —¿Cuántos órdenes de fuego ordenó Ud. mi General?

EL GENERAL: —Fueron como 3 o 4.

GOM: —Mi General, procuramos que se sepa la verdad para posicionar una paz real entre Ecuador y Perú.

EL GENERAL: —Vea, la cuestión con el Perú es insoslayable; pueden haber 2 o 3 locos que sigan en conflicto, pero la paz es un asunto sin vuelta atrás. Les cuento una anécdota: Cuando fui Alcalde de Quito hubo un terremoto en Perú; hicimos aquí una colecta y le pedimos al Embajador del Perú que nos dé una ciudad pequeña para poderla apoyar, nos asignaron Santa Cruz de Flores; vino su Alcalde, le entregamos el cheque, era una cuestión de unos 60 mil dólares, algo así, pero para esa ciudad era una importante cantidad ... bueno, él era un hombre pulcro, enviaba los recibos de todo egreso. Cierto día me invitaron a esa ciudad en Perú, entonces tuve que pasar por Lima donde estaba él Lucho...el Luchooooo...(Paco Moncayo se pone el dedo índice en el labio inferior y comienza a recorrer con su mirada el techo de la oficina para intentar recordar) el Luchoooo...el Luis Castañeda, vea, en el Parque del Agua, en esa bruma que se forma: «¡Bienvenido Paco Moncayo Alcalde de Quito!», ¿Qué le dice eso?, la guerra ya es pasado.

EL INVESTIGADOR: —En los 90s la prensa fujimorista le fustigó bastante a Ud., plantearon un escenario en el cual Ud., manejaba a Sixto.

EL GENERAL: —Era terrible. Verá, le sigo contando: en Santa Cruz de Flores me recibieron como héroe, pero lo más lindo que recuerdo por lo enternecedor es que, Ud., sabrá, allí se produce el Pisco; ellos crearon una marca de Pisco: “Pis-Quito”, con el nombre de Quito. Nuestra Virgen de Quito, ahora es la Patrona de esa ciudad. Eso es lo que ganamos, esa es la paz, las demás son mezquindades; que la condecoración... que sí...que no; ganamos la paz entre dos pueblos idénticos, después de 200 años de estar odiándonos; las demás son cosas humanas, resentimientos, antipatías, pero lo bueno es que ganamos la paz.

(Las horas han pasado y ya es tiempo de marcharse; nos levantamos para hacernos las fotos).

EL GENERAL: (Se levanta y se coloca junto a la puerta que separa su oficina de la recepción y empieza a despedirse). —Considero que le he dado la información necesaria y suficiente para que Ud. se haga una idea de lo sucedido en el Cenepa, a grandes rasgos claro está...

GOM: (De igual manera, se dispone a despedirse cordialmente de su dilecto amigo). —Mi General, espero que esta entrevista no sea la primera ni tampoco la última, siempre será un honor tratar con usted que es parte de“la generación ilustrada”, conformada por algunos Generales: José Gallardo, Carlomagno Andrade, Miguel Iturralde, José Herrera entre otros ilustres e insignes militares, de quienes tuve el privilegio de ser su amigo y también instructor de algunos de sus hijos.

EL INVESTIGADOR: —Un placer conocerlo General Moncayo; ha arrojado luces sobre mi investigación en gran manera. Gracias General Oswaldo Moreno por ese inmenso carisma, así como por la organización y notable participación en la entrevista.


Se abre el ascensor y salimos con la satisfacción de haber entrevistado a uno de los personajes más emblemáticos en la actualidad: tanto en la profesión militar como en la vida pública como es el General de Ejército, Paco Moncayo Gallegos.

Quito D.M., a 27 de junio de 2018

10h00



De izquierda a derecha: Jenner Baquero, Paco Moncayo y Oswaldo Moreno. En Quito, 27-jun-2018





Helicóptero abatido por la artillería antiaérea ecuatoriana, tipo MI-25 HIND de la Fuerza Aérea peruana FAP .







Con el señor Grae. Paco Moncayo Gallegos, Héroe de Guerra Nacional, en su posesión oficial como Miembro Honorario de la Asociación de exasesores y egresados del Colegio Interamericano de Defensa, Capítulo-Ecuador. ASOCID-ECUADOR.


 
 
 

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© 2018  Publicaciones escritas por: Oswaldo Moreno

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